viernes, 29 de agosto de 2014

CHÍA: POBLACIÓN SUMIDA EN LOS MALOS OLORES

Algunos datos de interés...

Chía es un municipio colombiano del departamento de Cundinamarca, su nombre proviene de la lengua chibcha y significa “luna”. Está localizado al norte de Bogotá.


 
Cuenta a con 8 veredas además del Área Urbana, Bojacá, Cerca de Piedra, Fagua, Fonqueta, Fusca, La Balsa, Tiquiza y Hierbabuena.
 
Fue un asentamiento indígena en la época muisca en honor a la Luna. Se ha convertido en parte del centro capitalino, por su cercanía a Bogotá, además cuenta con establecimientos comerciales, colegios y universidades.
 
Su población consta actualmente con cerca de 98 000 habitantes.
 
Limita la sur con el distrito Capital de Bogotá (localidades de Usaquén y Suba con las cuales está casi unido en su totalidad) y con el municipio de Cota, al oeste con los municipios de Tabio y Tenjo, al norte con los municipios de Cajicá y al oeste con el municipio de Sopó.


 
PROBLEMA
 
  
La situación que queremos exponer y que afecta el entorno inmediato es la problemática de los olores que emite la planta de tratamiento de aguas negras ubicada sobre el área de mayor de tráfico en el municipio y que colinda con la salida y entrada de trafico de buses y carros, desde y hacia Bogotá y con los tres centros comerciales de mayor afluencia en el municipio: el centro comercial centro Chía, el centro comercial Plaza Mayor y el centro comercial Sabana Norte. Estos olores se agudizan en las horas de la tarde – noche y en las temporadas de lluvia o sol alejando a los visitantes y perjudicando a los comerciantes además de le generación de enfermedades en los empleados de estos establecimientos y además a los vecinos que habitan cerca de dicha planta.
 
  
En la web se encuentran noticias acerca de esta problemática, algunos apartes se comparten a continuación:
  
 
  • El 20 por ciento de la población de Chía sufre por malos olores de planta de aguas negras
  
Varios almacenes de un centro comercial han cerrado sus puertas, pues transitar por sus corredores al aire libre y después de una ligera llovizna se ha convertido en una experiencia desagradable.
   
Son casi las 12 del día, hora en la que normalmente empiezan a desprenderse los llamativos aromas del almuerzo. Pero en Sabana Norte, en Chía, los corredores son invadidos por un olor a cañería, que proviene de la planta de tratamiento de aguas negras del municipio, ubicada a escasos 200 metros de allí.
    
"Los clientes prefieren no venir al centro comercial antes que aguantarse el olor, a mí me toca quedarme acá por el momento, porque no puedo hacer la inversión en otro lado", se queja el dueño de una tienda de mascotas. Luis Fernando Ballesteros, otro comerciante, confirma que la economía está dura porque los clientes no vienen y las ventas disminuyen.
 
   
Acción popular no sirvió
 
   
La administradora del centro comercial Sabana Norte dice que, cansados de esta situación, entablaron en febrero pasado una acción popular ante el Ministerio del Medio Ambiente para obligar a la Alcaldía y a la Corporación Autónoma Regional (CAR) a cumplir el compromiso que adquirieron de "construir una laguna de oxidación de tratamiento de aguas residuales".
   
La acción fue rechazada y para los afectados la situación está en un punto muerto.
  
Marco Tulio Cintura afirma que el propósito de la Alcaldía es cerrar esa planta y abrir una nueva, a unos 8 kilómetros de ahí.
 
  "Actualmente está apalancando estudios, diseños y recursos para darle un cierre final a esta planta", dice.
  
Explica que esta situación se debe a una tecnología obsoleta. "La planta no es adecuada para tratar las cantidades de aguas que llegan ahí", concluye. La CAR, encargada de esa laguna de tratamiento, admite que algunas de sus plantas están llegando a los límites de saturación por causa del sostenido crecimiento urbano, que genera una mayor demanda de servicios públicos.
  
Afirma, sin embargo, que se han invertido 1.500 millones en Chía para optimizar la planta de tratamiento, aunque los olores aún se pueden sentir. Tomado de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-6133730
 
Como se observa la problemática no solo afecta a los comerciantes y empleados de la zona sino que se extiende a los conjuntos y personas que viven en la zona de influencia de la planta esta noticia es del año 2009 ya han pasado 5 años y tanto la administración anterior como esta aún se encuentran con el compromiso de solucionar esta problemática que afecta considerablemente a la población.

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