viernes, 10 de octubre de 2014

SALVAR EL MEDIO AMBIENTE ¡CARRERA CONTRA EL TIEMPO!

SALVAR EL MEDIO AMBIENTE ¡CARRERA CONTRA EL TIEMPO!



¡Llegó la hora! Como en todas las carreras el tiempo es la clave para ganar, en nuestro caso es ganar para vivir, es hora de salvar el planeta. Sin embargo, para llegar a la meta es necesario que se sincronicen los esfuerzos.

El primero de ellos es la toma de conciencia a nivel gubernamental de la necesidad de implantar políticas suficientes que vayan en procura del mejoramiento del medio ambiente. El programa de las tres “r”[1] es un magnífico ejemplo: REDUCIR, RECICLAR, REUTILIZAR. Otra experiencia digna de ser replicada es la japonesa[2] en donde el 100% de lo producido se recicla (Japón es uno de los países con mayores tasas de consumo en el mundo), en comparación con países como el nuestro donde no llegamos al 8%. De igual forma el caso Panameño[3] que destina horarios precisos de recolección de basuras por tipo de elemento (reciclables a una hora, orgánicos y no reciclables en otra).


Sin embargo, es en el segundo esfuerzo donde radica la diferencia, la educación. Podemos tener excelentes diseños y planes que nos indiquen la ruta, pero sin la toma de conciencia individual proveniente de la educación, no logramos nada. La apuesta es por una “pedagogía del medio ambiente”. Es obligación de los actores del escenario educativo promover la educación ambiental desde una verdadera contextualización del entorno, fomentando la problematización del mismo, generando toma de conciencia y desarrollo de estrategias que busquen el convivir de manera armónica entre el hombre y el entorno, teniendo en cuenta que el primero no vive sin el segundo.



Es necesario que los dos esfuerzos estén sincronizados, el resultado: Los ganadores de la carrera, el hombre y el entorno conviviendo en un mismo espacio de manera que el desarrollo de la humanidad no afecte el medio ambiente, sino que por el contrario lo conserve y renueve de manera continua.


[1] http://escuela.participacionbogota.gov.co/portal/index.php/79-gerencia-escuela-de-participacion/107-reciclar-esta-de-moda-en-bogota
[2] http://www.veoverde.com/2012/11/separar-la-basura-para-el-reciclaje-es-una-obligacion-en-todo-japon/
[3] http://www.uned.es/biblioteca/rsu/pagina3.htm

INFORME PLANETA VIVO 2014 (WWF)





http://www.footprintnetwork.org/images/article_uploads/Informe-PlanetaVivo2014_LowRES.pdf

CONCIENCIA AMBIENTAL


https://www.youtube.com/watch?v=Kt6qjGN0Etk

HOMBRE Y TECNOLOGÍA GLOBALIZADOS, VERDUGOS DEL MEDIO AMBIENTE

HOMBRE Y TECNOLOGÍA GLOBALIZADOS, VERDUGOS DEL MEDIO AMBIENTE



Es formidable el mundo en el que vivimos: contamos con medios de transporte de nos llevan en corto tiempo a lugares que antes se encontraban tan alejados que demorábamos días o meses de camino para llegar a él; nos comunicamos con nuestros semejantes de manera inmediata, la espera interminable de noticias ha desaparecido; el acceso a la información está a un “clic” de distancia; poseemos un sinfín de adelantos tecnológicos que nos hacen pronto el existir ¡Tenemos la vida solucionada! Pero… ¿nos hemos detenido a pensar por un momento el costo de solucionar la vida moderna? Pensaríamos que no.

El precio que pagamos por vivir “mejor” es alto y nuestro medio ambiente ha empezado a pasar la cuenta de cobro. El impacto de la actividad humana sobre el entorno es evidente, las emisiones de CO2 de las fábricas que nos abastecen de la tecnología contemporánea, la contaminación que producen nuestros medios de comunicación y transporte, la deforestación de selvas y bosques (productores del oxígeno que respiramos), sumada a la falta de cultura, interés e inversión sobre la producción de desperdicios y residuos, ha transformado de manera significativa el orbe en que vivimos. Los fenómenos climáticos, las grandes sequías y las inundaciones sin control han ocasionado la mayor pérdida de especies de fauna y flora comparables con la extinción de los dinosaurios, la calidad del aire, la aparición de nuevas enfermedades, el estrés en el que vivimos dan cuenta de ello.

Existimos en una época donde el consumo es superior a lo que el planeta nos ofrece, ha cambiado el medio ambiente, somos el “verdugo” de nuestro vivir. No hay que ir muy lejos, Colombia es testigo de estos sucesos, recordemos bien hechos como la mortandad del Casanare o los efectos de la explotación minera en nuestro país, todo en medio de las famosas políticas del “desarrollo sostenible” y de la complacencia corrupta e indigna de los gobiernos de turno.



Este afán mercantilista ha transformado el paisaje, la globalización de la sociedad se ha apoderado del territorio, lo ha invadido de manera tal que solo es importante el producir, ese afán de poder se está llevando por delante a la tierra, el hombre con su sed de consumir se ha convertido en “carnicero” del planeta.



Nuestra intención no es la de satanizar los adelantos tecnológicos, los medios de transporte o la agilidad en la información, nuestra intención es la de hacer real lo evidente, estamos acabando con nosotros mismos, es hora de enfrentar la situación partiendo por nuestro comportamiento particular.


TENEMOS QUE SALVAR EL PLANETA, ES UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO…

SOCIEDAD, CULTURA, HOMBRE Y AMBIENTE

SOCIEDAD, CULTURA, HOMBRE Y AMBIENTE



¿Qué sería de la sociedad sin el hombre?
¿Qué sería del hombre sin la cultura?
¿Cómo sería el hombre sin el medio ambiente?

Estas tres preguntas presentan una relación muy estrecha entre sí; en todas ellas persiste una característica, la palabra SIN. Es verdad, una parte no puede subsistir sin la otra, para que haya sociedad, es necesaria su materia prima, el hombre ¿Sin personas que sociedad conformaríamos? La verdad es que ninguna, solo existirían animales, plantas y espacios sin fin, sin la mano del hombre, sin la tecnología, sin testimonios históricos, sin nada, definitivamente no existiríamos. En otras palabras, al no existir personas, no se forja una sociedad, por tal razón los sujetos somos los que hacemos las comunidades, cada una definida con sus formas particulares que vienen a conformar la cultura.

Es real, la cultura es propia de sociedades específicas. Somos los seres humanos quienes hacemos la cultura, adoptamos estilos de vida en torno a los territorios que habitamos, la época en la que vivimos y el oficio que desempeñamos. En este sentido, para nuestro caso particular, no es lo mismo hablar de la cultura bogotana que de cultura barranquillera, su sola ubicación geográfica marca pautas culturales que definen, diferencian y caracterizan los grupos humanos. El clima y el paisaje tienen un estrecho vínculo entre sí a la hora de hablar de cultura.

Ahora bien, si hablamos de ubicación geográfica, de paisaje, es necesario aclarar que el hombre hace parte del medio ambiente que lo rodea, lo conforma y lo transforma. El medio ambiente también define las necesidades de los hombres. Es sencillo constatar esta idea, por un momento pensemos en un desierto, árido, caluroso, hostil, con formas de vida primarias, sin vegetación y con el mínimo de agua posible, solo aire para respirar; la mano del hombre transforma el escenario así sea de manera pasajera, se adapta a sus necesidades y conforma una cultura, los “Beduinos”, con formas específicas de organización en tribus, es decir una sociedad.


Basándonos es estas ideas, observando la relación estrecha que existe entre sociedad, hombre, cultura y medio ambiente, surge una inquietud final: Si vemos que el punto de inicio para que exista el hombre es el medio ambiente, ¿Por qué las sociedades son tan agresivas con su entorno inmediato debido a sus formas de cultura predominantes?




Es importante contestar este interrogante de manera inmediata, nos estamos quedando sin mundo para vivir, es una carrera contra el tiempo.